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Disparadores remotos, la otra mirada del encierro de Sanse

Laura RODRÍGUEZ / San Sebastián de los Reyes, Madrid / 03.09.2018
Si les cuesta posar pasa salir en la foto es porque están acostumbrados a vivir estos momentos desde el otro lado del objetivo. Son los fotógrafos habituales del encierro de Sanse, profesionales del fotoperiodismo y de la prensa especializada.

Con sus cámaras inmortalizan los mejores momentos de cada encierro, todo un reto teniendo en cuenta factores como la velocidad de la carrera (que apenas les da unos segundos para disparar) o los cambios de luz.

La mayoría trabaja simultáneamente con dos o tres cámaras, alguna de ellas, desde hace seis años, con disparador remoto.

El primer fotógrafo en introducir el remoto en Sanse fue Rubén Albarrán. Era un sistema que había utilizado antes en coberturas deportivas y que aquí probó por primera vez, en 2012, en la curva de Real con Estafeta con resultado de premio.

Encontrar ese enfoque singular, diferente, sigue siendo el mayor desafío de los fotógrafos del encierro, en un espacio acotado por el propio trazado de la manga y por los puestos de prensa, que son limitados; un camino que, en 2014, abrió Pedro Armestre cuando montó su dispositivo remoto en un punto del recorrido impensable hasta entonces: el callejón.

Un año después, Álex Simón probaba suerte desde las gradas de la plaza de toros con un sistema rudimentario: sujetando su cámara a un palo de pintor. Así consiguió otra fotografía de premio con la que, además, creó una nueva tendencia entre las imágenes del encierro de Sanse: los juegos de sombras.

La introducción de dispositivos remotos les ha permitido cierta omnipresencia, disparar simultáneamente varias imágenes desde distintos ángulos. Y, sobre todo, conseguir ese otro punto de vista que marque la diferencia. Aunque tampoco así las tengan todas consigo. Al final, nos dicen, todo depende del ojo que mira. Y de la suerte.

Hoy, con más puntos de prensa gráfica habilitados en el encierro y más libertad de movimiento, es fácil encontrar a alguno de ellos (o a sus dispositivos remotos) agazapados casi en cualquier rincón. Y a sus fotografías entre las ganadoras de un premio que, desde hace dieciocho años, entrega la Asociación Cultural El Encierro y les hace ser más competitivos.

En octubre conoceremos las imágenes ganadoras. De momento, van dejando alguna pista de lo que llevan en sus cámaras a través de sus redes sociales.

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